Paracho, Mich. – Con una trayectoria de 68 años en la que resalta la obtención de ocho primeros lugares en el Concurso Nacional de Constructores de Guitarra en la categoría de “Guitarra Clásica” de los cuales, siete fueron de manera consecutiva, así como “la guitarra de plata” en el Festival y Concurso Internacional de Guitarra de Taxco Guerrero, en el año 2012, el laudero parachense, Daniel Caro Leonardo, recibió un merecido homenaje en su tierra natal.
Ante su esposa Ma. Isabel Benítez Vega, hijas e hijo y demás familiares, amigos, compañeros lauderos y representantes del gobierno municipal, el extraordinario “guitarrero” como él prefiere que le llamen, fue ovacionado previo y tras la culminación del recital que ofreció en su honor el joven guitarrista proveniente de la ciudad de Aguascalientes, Moisés Acosta, en la sala de concierto del CIDEG.
A nombre de su familia, Teresa Caro Benítez, agradeció al público que se dio cita al evento y refirió que lo sembrado por su señor padre ha prosperado con creces en toda su familia y las nuevas generaciones, subrayando que el aprecio y respeto que hoy le tienen, es producto de su constancia y humildad que le caracterizan.
Por su parte, en entrevista para Ecos de la Meseta don Daniel Caro recordó sus primeros pasos dentro de la guitarrería de su pueblo al lado de sus maestros Evaristo López, Refugio Negrete y Gabino Caro, allá por el año de 1954, con quienes dijo, tuvo grandes enseñanzas y, sobre todo, recibió el consejo para que día con día fuese adelante y con su trabajo, trascendiera a nivel nacional e internacional.
Asimismo, trajo a su mente su experiencia que vivió en el año de 1968 cuando viajó a los Estados Unidos, asentándose temporalmente en la ciudad de los Ángeles donde logra una oportunidad de trabajo y gracias a su habilidad, comenzó con su evolución y consolidación de laudero perfeccionando su técnica dentro de la construcción de guitarras de estudio, clásicas y flamencas.
- EL SECRETO DE UNA BUENA GUITARRA
“La guitarra, esa caja armoniosa en sus formas, ese recipiente candoroso que espera el vértigo y la ternura de unos dedos; Paradójica en su ejecución, simétrica en su armonía sonora, dueña de una arquitectura que ha inventado el aire y las prodigiosas manos que la construyen para que otras las toquen.
Puede verse en el taller de don Daniel Caro Leonardo, esa magia que emana de un olor a maderas extrañas y sutiles con las que construye, con talento y precisión, la figura femenina del orden de la más fina armonía. En su taller, como si allí hubiera un “horno de atanor”, me da la impresión que hay un horno milagroso como el de los alquimistas que, bajo los influjos de la magia, hacen que la armonía suceda y que un día, sonará el aire, como los pájaros mismos suena su melodía natural.
La construcción de guitarras es asunto de cálculo, medidas, volumen, fineza en el corte, precaución en la unión de una pieza contra otra. Es producto de la paciencia y la minuciosidad creativa que lleva al misterio para adueñarse del día que el encordado se extienda sobre la superficie, logre la sonoridad que bien podríamos confundir con el ruido de los ángeles cuando tañen una nube blanca”
Fragmento del reportaje titulado “El Secreto de una buena guitarra” escrito por Neftalí Coria, publicado en el suplemente de aniversario “68 voces, vivos retratos” del diario “La Voz de Michoacán” en octubre del año 2016.
